15 Mar Mercado de San Miguel en Salta
Estábamos buscando un lugar para comprar unos mates de calabaza y llevarnoslos de recuerdo y preguntamos a unos lugareños que nos recomendaron fuéramos al Mercado de San Miguel a tres cuadras del centro de la calle principal San Martín, y allí llegamos, es un mercado que ocupa una manzana de extensión en el centro de la ciudad y con 4 entradas
El Mercado de San Miguel es un espacio en el que poder ver la rutina y costumbre de gente de Salta. Los mercados municipales o centrales son la esencia y el auténtico corazón de los pueblos y las ciudades del interior
En este mercado encontrarán multitud de puestos, con muy buenos precios, y es muy interesante para recorrer, conocer y comprar productos regionales como el exquisito queso de cabra, dulce de cayote casero, vinos y cervezas locales, verduras, frutas tropicales y los excelentes papines andinos. Este mercado es un mundo, tiene de todo: verduras, carnicerías, ropa, juguetes, todo tipo de recambios y accesorios para teléfonos móviles, artesanías, especias, y nos llamó la atención la venta de las hojas de coca tan utilizadas en esta zona para combatir el mal de las alturas o como dicen allí el apunamiento.
En el centro hay un patio de comida sencillo y barato donde se ven familias comiendo, músicos pasando por las mesas a la gorra y platos humeando que van y vienen, es recomendado para el que quiera comer económico y degustar las especialidades salteñas o tradicionales de Argentina como los tamales, humitas, exquisitas empanadas, una típica milanesa o una rica porción de pizza.
Es pintoresco y espectacular para el que le guste sacar fotos a condimentos, productos regionales, coloristas telares andinos y llevarse un recuerdo gráfico de tan variopinto lugar.
En definitiva un lugar para comprobar la idiosincrasia y la cultura culinaria del pueblo salteño. Hay que perderse y pasear por sus entreverados pasillos, palpitando al trabajador salteño y todas sus costumbres.
Siempre está lleno de gente, hay que ir con paciencia y sin asustarse ya que en algunos lugares la limpieza no es la principal prioridad, pero aún así es una experiencia que recomendamos, aquí hay que dejar de ser turista y convertirse en «viajero», siendo viajeros se mimetizarán más con el salteño que acude al lugar y disfrutar el paseo, sea comprando o solo mirando.
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